Un ordenador hace mucho más que ordenar. Es una palabra prestada del francés ordinateur que a su vez es una traducción del inglés computer. Con ese nombre se designaba a los especialistas en hacer cálculos numéricos y en el siglo XIX comenzó a aplicarse a las máquinas que calculaban cada vez más rápido.
En 1936 Alan Turing pensó en una computadora que lograría resolver todo tipo de problemas traduciendolos a números binarios.
Con esta idea había nacido el primer ordenador digital que podía usarse para muchas cosas con solo cambiarle el programa.
Evolución permanente
La máquina de Turing quedó pronto obsoleta, ya que los ordenadores han seguido duplicando su potencia de cálculo cada año y medio.
Turing creía que los ordenadores llegarían a pensar y que podrían hacer cosas como chatear sin que notásemos si era un ordenador( chatbot ) o un humano. Todavía nadie ha conseguido crear un programa que consiga superar el test que se llama test de Turing.
Con 40 años había abierto el campo de la inteligencia artificial,pero fue condenado por mantener relaciones homosexuales. Murió poco después al comer una manzana envenenada con cianuro.
Software, hardware y firmware, trabajo en cadena
El software de los ordenadores es el manual de instrucciones que permite convertir un problema en una gran cantidad de operaciones matemáticas sencillas que se calculan a gran velocidad.
Las funciones del sistema o las añadidas convierten cada tarea en una larguísima serie de instrucciones que son especificas para el hardware: microprocesador, memoria RAM, etc...
El sistema operativo se relaciona con los dispositivos anteriores a través de otro software llamado controlador.
La cadena de instrucciones sigue dentro de los dispositivos y periféricos del ordenador. Cada uno de estos dispositivos contiene un pequeño ordenador que controla sus motores y circuitos mediante otro programa llamado firmware.
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